15 de marzo de 2016

La tarea diaria de la Obrera

Las abejas son insectos sociales de la familia Apidae. La especie más importante de esta familia para el hombre es Apis mellifera, la abeja que produce miel.




Las abejas viven en colonias o colmenas.



Los apicultores armamos colmenas para las abejas, generalmente en cajas de maderas.


También hay muchas abejas silvestres que arman sus colonias en los árboles, en troncos ahuecado o en algún lugar que encontraron ideal para instalarse.


Las abejas se comunican entre sí con feromonas. Las feromonas son secreciones químicas que producen para comunicarse. "Huelen" las feromonas y otros aromas con las antenas y así perciben si esa otra abeja es de su propia colmena, si es una obrera, una reina o si es un peligro del que hay que protegerse, por ejemplo algún ratón u otro insecto que se acerque para atacar su preciado tesoro.


Los panales dentro de la colmena están formados por pequeñas huequitos hexagonales llamados celdas de cera, con la inclinación adecuada para que la miel no chorree.


Las celdas están hechas de cera que las abejas fabrican con las glándulas que tienen en la parte ventral de su abdomen.

Las abejas visitan miles de flores cada día para recoger néctar y polen, su alimento.


El polen es el aporte de proteína para su nutrición. El néctar es un líquido dulce que las flores producen en el fondo de su interior con el fin de atraer a los polinizadores.


La abeja succiona el néctar del fondo de la flor con su lengua larga en forma de "bombilla" y lo aloja en su buche para llevarlo a su colmena.

Las obreras fabrican miel a partir de ese néctar en la colmena. Para eso, deshidratan ese néctar acuoso, bajándole su humedad, ventilando la colmena con sus alitas y generando una corriente de aire en el interior..



La abeja reserva la miel en la colmena para poder proveerse de energía aún durante los inviernos más duros donde no hay oferta de flores.

Cada abeja debe visitar más de 5.000 flores para fabricar una cucharada de miel.

Al visitar las flores, el polen queda adherido a los pelitos del cuerpo. Las abeja "peina" con el par delantero de patas y las acumula en un "bolsillo" ubicado en el par trasero de patas.

Mientras sigue visitando otras flores, la abeja transporta polen de una flor a otra llevando a cabo el proceso de polinización, que es necesario para el intercambio genético de las plantas.



En otra entrada te contaremos cómo es el proceso para llevar ese dulce tesoro hasta el frasquito.



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