Zeus era el hijo menor de Cronos y Rhea. Cronos, temiendo ser destronado por uno de sus hijos, los devorabam a cada uno cuando nacían. Al nacer Zeus, el menor de todos, Rhea lo ocultó en la isla de Creta al cuidado de las ninfas y de los habitantes de la región, a los que pidió que bailasen ruidosas danzas guerreras con el fin de que la criatura divina no delatase con sus gritos su existencia ante su padre.
Las principales nodrizas del pequeño fueron Amaltea, quien le proveía la leche y Melissa, que lo alimentaba con miel del monte. Enojado, Cronos al enterarse del engaño, convirtió a Melissa en gusano como castigo. Al llegar el momento en que Zeus pasó a ser el dios supremo, la transformó en una hermosa Abeja Reina.
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